El verano está a punto de empezar y muchos padres se enfrentan a la misma situación de todos los años: qué hacer con los niños y jóvenes durante las largas vacaciones, mientras ellos aún tienen que trabajar.
Cualquier actividad no es válida, ya que no consiste solo en “colocar” a los hijos, sino que es necesario que se encuentren en un entorno seguro y educativo, que les inculque valores, pero, al mismo tiempo, divertido, ya que no dejan de estar en vacaciones.
Una de las mejores soluciones a este problema es enviar a los niños a un buen campamento de verano en inglés, donde se divertirán, aprenderán y los padres podrán estar tranquilos sabiendo que sus hijos están en buenas manos.
Por si aún no estáis convencidos, tenemos 8 razones de peso para que vuestros hijos asistan a un campamento de inglés en verano.
Es evidente que una de las mejores formas de aprender inglés es la inmersión lingüística, es decir, estar 24 horas en contacto permanente con la lengua, ya que incrementa la habilidad para expresarse oralmente en este idioma y, además, el alumno aumentará su seguridad al expresarse.
El campamento de verano es una oportunidad ideal para que los niños adquieran mayor confianza en su expresión oral del inglés en un entorno no académico, por lo que aprenden casi sin darse cuenta.
Ya lo decíamos en un punto anterior: el campamento es muy diferente del colegio; los alumnos desarrollan sus habilidades lingüísticas mientras realizan actividades culturales y deportivas, no solo en las clases. Todas las actividades tienen unos objetivos lingüísticos marcados, pero el método de aprendizaje es diferente al que están acostumbrados; ellos solo se tienen que preocupar de disfrutar.
Los chicos y chicas que acuden al campamento desconectan durante unos días de los ordenadores, la televisión y los móviles para centrarse en las actividades, la conversación cara a cara con sus compañeros, los deportes y la naturaleza.
El cambio de entorno es una de las razones más poderosas para traer a tus hijos al campamento de inglés; podrán alejarse del estrés de la ciudad, respirar aire puro y pasar unos días en contacto con la naturaleza.
Muchos niños empiezan a aprender a ser más autónomos e independientes gracias a los campamentos de verano; deberán adaptarse a un nuevo entorno y afrontar nuevas situaciones, lo que también reforzará su autoestima.
Además, la independencia también es para los padres, que pueden disfrutar de unos días de mayor libertad, mientras sus hijos están en un entorno seguro.
Los alumnos salen de su entorno social habitual y ven la necesidad de hacer nuevas amistades. Además, las actividades del campamento de inglés les darán la oportunidad de realizar más trabajo en equipo y de colaborar con sus compañeros para lograr objetivos comunes. El campamento es una oportunidad de oro para que salgan de su cascarón.
El verano es la época ideal para realizar más ejercicio físico y si, además, estamos en plena naturaleza y con nuevos compañeros, ningún alumno se resistirá a practicar deporte al aire libre.
El principal objetivo para enviar a nuestros hijos a un campamento de verano es que disfruten y que vivan nuevas experiencias. Un campamento con numerosas actividades, deportes, talleres y excursiones harán que sea uno de las recuerdos más importantes e inolvidables de su niñez o juventud.
En Velvet School organizamos un campamento de verano en inglés en Formigal, un lugar en plena naturaleza donde chicos y chicas de 8 a 15 años emplearán el inglés en todas las actividades que desarrollaremos: deportes, talleres, excursiones, etc.
Este campamento de verano se encuentra en el Valle de Tena, 1.550 metros por debajo de la estación de esquí de Formigal; es sin duda un entorno inmejorable para que se alejen del estrés y la rutina del curso, y vivan experiencias inolvidables, que harán que el verano esté lleno de recuerdos imborrables.
