Se acerca el verano y con ello la posibilidad de disfrutar aprendiendo inglés en alguno de los destinos que desde Velvet School os proponemos: Kilkenny, a cien kilómetros de Dublín, es uno de ellos.
Kilkenny es una de esas pequeñas ciudades europeas donde el idioma y la cultura se unen, dando paso a actividades para que los pequeños -y no tan pequeños- de la casa puedan aprender divirtiéndose.
¿Qué hay mejor que practicar un idioma conociendo al mismo tiempo la cultura de un país?
Entre los muchos sitios que visitar en esta pequeña ciudad se encuentra Kilkenny Castle en Rose Garden, con más de ochocientos años de historia y conocido tanto dentro como fuera de la localidad por la variedad de estilos arquitectónicos que se mezclaron en su construcción. Una parada de paso obligatorio para cualquiera que esté de visita.
Recorrer Kilkenny y su entorno puede hacerse de múltiples maneras: en bicicleta, en coche, en autobús o en tren. Además de esto, también existe la posibilidad de organizar visitas guiadas en grupos reducidos para poder descubrir todos los encantos y rincones ocultos de esta villa, a fin de que ninguno pase desapercibido.
Pero no todo son visitas culturales o excursiones. Esta pequeña ciudad también cuenta con su propio centro comercial -MacDonagh Junction Shopping Centre- o la posibilidad de disfrutar de una carrera de coches en el circuito de karting de Kiltorcan Raceway. Alternativas para después de una mañana de estudio aptas para todos los gustos.
Y para todos aquellos que quieran visitar el entorno, su cercanía a Dublín permite poder pasar una tarde o varias en la capital de Irlanda, conociendo muchos de los rincones que encontramos en las principales guías turísticas del mundo y dónde pasaron a ser reconocidas figuras literarias como: William Butler Yeats, Samuel Beckett, Oscar Wilde, Jonathan Swift, Bram Stoker o Sean O’Casey, entre otros.
El Museo Nacional de Historia, inaugurado en 1857 y que cuenta con más de 1.000 especies de insectos y cerca de 2.000.000 millones de especímenes es uno de ellos. Tampoco falta el Zoo, en el que encontramos desde leones hasta focas y que es el lugar idóneo tanto para planes en familia como con amigos.
A esto hay que añadirle dos lugares que con el paso del tiempo han pasado a ser reconocidos y valorados por visitantes de todo el mundo, además de por algún curioso que ha querido adentrarse en la cultura irlandesa. Se trata por un lado, del Leprechaun Museum: un lugar para dejar paso a la imaginación, donde tendremos la posibilidad de acercarnos a la cultura celta y conocer la historia de estos seres diminutos. Por otro, el Castillo de Drácula (Bram Stoker): una adaptación en 3D del Castillo que conocimos en el famoso libro que posteriormente fue llevado a la gran pantalla por Francis Ford Coppola: un castillo con años de historia.
Por último, y no por ello menos importante está la Fábrica de Guinness: convertida en un museo en forma de vaso, en cada uno de los pisos podrás conocer distintos aspectos de la marca e incluso el proceso de elaboración de la cerveza, a lo que hay que añadir una vista de 360º que te dará una panorámica de toda la ciudad.
Y es que Dublín es un lugar en constante cambio y movimiento, un destino que busca adaptarse y del que descubrirás algo nuevo en cada visita.
¿Te animas a coger la maleta y viajar con nosotros?