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Campamento de verano y nostalgia: no hablar con tus hijos es la mejor medicina

Campamento de verano y nostalgia: no hablar con tus hijos es la mejor medicina

En los campamentos de verano, no hablar con su hijo/a no es algo malo, todo lo contrario, es la mejor medicina. Campamento de verano y nostalgia son dos términos que deben ir unidos para poder sacar provecho ambas partes de una experiencia tan increible como esta.

Es importante entender la base de esta afirmación. Hemos trabajado en campamentos de verano durante más de 25 años y hemos podido comprobar el efecto negativo que puede provocar el exceso de comunicación entre padres e hijos.

Campamento de verano y nostalgia, la cruda realidad

Hemos visto a ‘campers’ felices, disfrutando de su estancia, haciendo amigos y de repente se desmoronan al oír la voz de su madre al teléfono. Hemos visto a jóvenes que, después de 3 días de nostalgia, empiezan a disfrutar realmente del campamento y son arrastrados otra vez a la nostalgia por una llamada de sus padres.

Un hecho simple de la vida es que todos sentimos alguna vez nostalgia. La nostalgia es algo muy común durante el aprendizaje y crecimiento del niño; en los campamentos de verano los ‘campers’ se dan cuenta de que tienen la capacidad de vencer la nostalgia.

¿Por qué le estás dando a tu hijo esta maravillosa oportunidad de ir a un campamento de verano? Probablemente porque sabes que el campamento proporciona a los niños una oportunidad para crecer en un ambiente seguro y cariñoso. Entonces deja que esto ocurra.

Los ‘campers’ tienen que correr, caer, levantarse y volver a intentarlo.

El campamento no es una ciencia perfecta. A veces todos los días no son igual de buenos que el anterior. Aprender a vivir en una habitación con 2-3 ‘campers’ diferentes no es fácil, pero enseña habilidades de la vida realmente útiles.

Es difícil para algunos niños/as, especialmente si es su primera vez fuera de casa, pero eso no significa que como padre/madre debes hablar con tu hijo/a inmediatamente.

¿Cómo puede crecer si intentas resolver el problema por ellos? ¿Cómo aprenden a tomar sus propias decisiones si, como padre a cientos de kilómetros de distancia, tomas todas sus decisiones?

Cuando el padre/madre tiene esa tentación de querer hablar con su hijo/a deben pensar en:

  1. He pedido información de varios campamentos, he visto los programas que ofrecen, sus políticas, he elegido uno, he leído el manual del campamento y he decidido confiar a mi hijo/a la organización y el equipo de ese campamento. Esta es la decisión más importante. ¿Entonces por qué ha enviado a su hijo/a a este campamento si no confía al 100% en él el cuidado de su hijo/a? Debe mostrar a su hijo/a que confía plenamente en el campamento elegido, y en los profesionales para su cuidado.
  2. Un buen campamento estará en constante comunicación con los padres si realmente su hijo está teniendo problemas. Se harán preguntas para encontrar la mejor manera de cuidar a tu hijo. Después de todo, vosotros sois los expertos y conocéis mejor a vuestros hijos. El campamento le mantendrá informado de todo lo que necesita saber.
  3. Además, tenga esto en cuenta: ¡los campamentos no quieren que un niño sea infeliz durante su estancia! La nostalgia es contagiosa; un buen campamento trabajará con su hijo/a, le ayudará a que participe en las actividades, a integrarse y hacer amigos. Los amigos, después de todo, son el mayor antídoto a la nostalgia. A veces el campamento es más difícil para los padres que para el niño. El ‘camper’ tiene amigos consejeros, actividades impresionantes para tener su mente y cuerpo en continua ocupación.
  4. Cuando elijes un campamento, trata de elegir un campamento que tenga un blog donde publique fotos en línea. Esto te proporcionará una gran tranquilidad. Una foto dice más que mil palabras.
  5. ¿Cómo puede un niño disfrutar del campamento cuando su madre le pregunta por teléfono si le echa en falta? No te preocupes, respira hondo y piensa: “Mi hijo/a no vuelve a casa, quiso ir al campamento y eso es lo que va a hacer. Quería ir al campamento. Le recogeremos al final del campamento. Le quiero. Creo que lo pasará muy bien en el campamento”.
  6. A veces, en una llamada de teléfono tu hijo puede contar lo mal que lo está pasando. Dirá que el campamento lo está matando de hambre, que no tiene amigos, que está muy enfermo y nadie está con él. La experiencia nos ha enseñado que dirá cualquier cosa para volver a casa y daros pena.
  7. Pase lo que pase, ¡no des a tu hijo/a una vía de escape! Esto puede sonar duro, sin embargo, si mandas a tu hijo/a al campamento con la frase “si no te gusta, voy a recogerte”. El niño/a en este caso no pondrá ningún esfuerzo y energía por su parte. Ya sabrá que irás a su “rescate”.

En definitiva, los campamentos son una gran oportunidad para los jóvenes. Pero los padres deben darles el espacio para poder crecer, poder caer, poder levantarse, darle la libertad de encontrarse a sí mismos, hacer nuevos amigos, descubrir su personalidad, encontrar su fuerza, su coraje, la confianza en sí mismos y su autoestima.

Aquí os dejamos un pequeño corto de Pixar animation video que nos habla de Piper. ¡Esperamos que os guste y os anime a tomar la mejor decisión!

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