Te contamos por qué la filosofía Mindfulness en la educación es necesaria, permitiendo el desarrollo de habilidades tan importantes como la concentración y la atención.
La educación hoy en día demanda algo más que el mero aprendizaje académico, ya que cada vez se tiene más en cuenta el desarrollo de otras destrezas y capacidades tales como el equilibrio emocional, habilidades interpersonales, el autoconocimiento y otras habilidades cognitivas entre las que destacan la atención y la concentración.
Tanto la capacidad de regular nuestra propia atención, como la habilidad de regular nuestras emociones ante situaciones complicadas, son capacidades que predicen el rendimiento académico y el bienestar emocional de los niños y jóvenes en la escuela. Por ello, es necesario el aprendizaje y desarrollo por parte de los alumnos de la habilidad de concentración y de atención, por un lado, y del manejo de sus propias emociones por otro.
En la actualidad la investigación científica está mostrando que la práctica de Mindfulness en educación permite el desarrollo de la atención y la concentración, así como el aprendizaje para que los niños y jóvenes aprendan a regular sus estados emocionales.
La práctica de Mindfulness enseña a los niños y adolescentes a permanecer concentrados en el momento presente (aquí y ahora), y a relacionarse de un modo más adaptativo consigo mismos. Su práctica les enseña a observar y aceptar sus pensamientos y emociones con la finalidad de que puedan aprender a conocerse mejor a sí mismos y gestionar mejor sus comportamientos ante distintas situaciones.
*Artículo de Roberto Alcíbar experto en Mindfulness.