A estas altura de julio, quien más y quien menos ya está disfrutando de unas merecidas vacaciones o a punto de hacerlo. Si, además, eres de los afortunados que viaja al extranjero, podrías aprovechar para afianzar y mejorar tu inglés; organizándote de manera adecuada, además de disfrutar —que para eso están las vacaciones—, puedes dar un empujón a tus conocimientos y habilidades en inglés. ¿Quieres saber cómo? Te lo contamos.
Si estás pensando en viajar al extranjero este verano, lo mejor que puedes hacer para mejorar tu inglés es estudiar un poco. Seguro que estás pensando que es lo que menos te apetece, pero un curso de inglés intensivo en verano es la mejor idea para afianzar tus conocimientos antes de viajar.
Los cursos de inglés de verano están pensados para que las clases resulten amenas —no hay que olvidar que tenemos ya en mente las vacaciones—, pero, al mismo tiempo, muy provechosas. Acudiendo a un curso de verano de inglés 3 o 4 horas al día conseguiremos afianzar nuestras habilidades lingüísticas, mejorando nuestra pronunciación, ampliando nuestro vocabulario y, sobre todo, la fluidez con la que nos comunicamos en inglés.
Es esta facilidad para expresarnos en el idioma extranjero la que más nos va a ayudar en nuestro viaje y la que más nos va a motivar para seguir avanzando en nuestro conocimiento del idioma.
Por supuesto que sí. No es necesario estar delante de un libro de gramática inglesa para seguir mejorando. Aprovecha tus viajes de este verano para practicar y avanzar en tus conocimientos.
¿Cómo hacerlo? Muy fácil: utiliza todos los recursos que te proporciona estar en un entorno angloparlante; la inmersión lingüística será tu gran aliada.
Pero pasemos a los hechos concretos, a acciones que puedes realizar durante tus vacaciones sin que tengas la sensación de que estás estudiando —porque no podemos olvidar que la principal función de las vacaciones es disfrutar—. En primer lugar, mira a tu alrededor: carteles, letreros, revistas, libros, mapas e incluso guías de viaje. Todos estos recursos están a tu disposición en inglés y te ayudarán a mejorar tu comprensión lectora y tu vocabulario. Si no estás muy seguro, ayúdate con un diccionario —puedes tener uno en tu móvil, como vimos en el artículo sobre apps para estudiar inglés—.
Si tu destino es un playa paradisíaca, aprovecha los ratos al sol leyendo un buen libro… en inglés, claro está. Pregunta a tu profesor de inglés para que te aconseje sobre la lectura adecuada para tu nivel y tus gustos.
También te recomendamos que realices visitas guiadas en inglés, donde, además de permanecer atento a las explicaciones del guía, puedes entablar conversación con otros angloparlantes. Los anuncios por megafonía son la prueba de fuego para tu listening: no te frustres si no entiendes todo —recuerda que en ocasiones tampoco consigues comprender completamente los mensajes de megafonía en castellano debido a la acústica—.
Pero el mayor avance para tu comprensión oral que harás en el extranjero será enfrentarte a diversos acentos; en general, estamos muy acostumbrados a escuchar un inglés muy British, por lo que escuchar y hablar con personas de diferentes procedencias te ayudará a enriquecer tu capacidad de entender inglés.
No desperdicies ninguna oportunidad de conversación; aparca la vergüenza y no olvides que eres un guiri en un país extranjero hablando una lengua que no es la tuya. Los nativos entenderán que no te expreses perfectamente y seguro que se esfuerzan para que la comunicación sea fluida.
No creas que todo termina cuando vuelves a tu casa; puedes seguir aprendiendo inglés después de las vacaciones de una manera muy sencilla. Si has seguido los consejos anteriores, seguro que has conocido a gente simpática y afín a ti, os habéis intercambiado vuestros correos electrónicos o habéis conectado en redes sociales.
Es importante que no pierdas estos contactos, ya que son una gran oportunidad para seguir practicando todo el año. Escribe un e-mail de vez en cuando, contando qué tal te va, comenta sus estados de Facebook —en inglés, por supuesto— y quedad de vez en cuando para hablar por Skype. Además, de tener amigos repartidos por el mundo, que ya es una recompensa en sí, mantendrás fresco todo lo que has aprendido este verano.