¿Le conviene a mi hijo estar lejos de su familia en verano?

Cuando se acerca la época estival y pensamos en mandar a nuestros hijos a un campamento nos surge la gran duda: ¿le conviene a mi hijo estar lejos de su familia en verano? Desde Velvet School queremos daros la respuesta a este gran interrogante.
Es normal que antes, e incluso durante la estancia de nuestros pequeños en un campamento, nos preguntemos si le conviene a mi hijo estar dejos de su familia en verano, o no.
Esta época del año es el momento perfecto para pasar tiempo con ellos, disfrutar de que no tienen deberes que hacer y poder jugar en la playa. En definitiva, pasar más tiempo de calidad con nuestros hijos. Tiempo que durante el invierno se nos esfuma o se reduce a los fines de semana, en los casos en los que se pueda, claro.
Además, entra también en juego cómo veamos a nuestros hijos de maduros e independientes. El sentimiento de querer protegerlos es normal, tan común como lo es la tristeza que nos produce dejarlos marchar. Sin embargo, a la inmensa mayoría de niños les conviene, de vez en cuando, estar lejos de su familia y crecer en todos los sentidos. Veamos por qué.
Por qué le conviene a mi hijo estar lejos de su familia en verano
Existen muchas razones para ir a un campamento de verano, pero existen muchas más para decidir que nuestro hijo esté lejos de su familia en verano.
A continuación, hemos recopilado 10 grandes razones para que os deis cuenta de en qué medida les conviene a nuestros hijos asistir a campamentos de verano.
- Contribuimos a que el niño aprenda a ser autónomo y a no depender constantemente de sus padres.
- Un niño que aprende poco a poco a ser independiente es más creativo.
- También mejora y hace crecer su autoestima.
- Es más probable que logre lo que se proponga en esta vida, porque ir a un campamento de verano le da confianza en si mismo.
- Aprende a valorar lo que tiene en casa, a sus padres, a sus hermanos y las comodidades de un hogar.
- El hecho de que adquieran seguridad les enseña también a afrontar los problemas y desafíos, a encarar la vida.
- Se acostumbran a tomar la iniciativa.
- Aprenden a relacionarse con desconocidos, a entablar relaciones con otros niños que se convertirán en sus amigos de verdad.
- Contribuye a la toma de decisiones, algo que tarde o temprano tendrán que hacer en muchos ámbitos de su vida.
- Les hace más generosos, solidarios y empáticos.
En definitiva, que nuestros hijos vayan a un campamento de verano no implica que seamos malos padres o que seamos descuidados y nos desentendamos de ellos. Todo lo contrario. Significa que nos preocupamos por hacer de ellos personas adultas, responsables e independientes.
Es cierto que, a veces, también viene bien para los padres y la relación de pareja tomar un respiro. Además, el verano es muy largo y los campamentos de verano suelen tener una duración de 2 semanas a un mes. Habrá tiempo para todo: para ayudar a nuestros hijos a convertirse en personas adultas felices, pero también para disfrutar de su infancia.
Si no te hemos convencido con estas 10 razones y aún tienes dudas, te recomendamos que hagas nuestro test para saber si tu hijo está preparado para un campamento de verano. O si lo prefieres puedes ponerte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!